Testimonios II. Hablan los hombres



José González (Chile), esposo de Teresa.
Es muy complicado explicar esta enfermedad tan difícil que lo separa de su ser amado, que la luz de alegría que he tenido durante 13 años de matrimonio, su luminosidad decae y baja generando un ambiente triste, sin proyección, sin armonía, es un tema muy delicado dentro de un hogar. Están tus hijos que preguntan, que se preocupan, generándoles responsabilidades de estar atentos con la mamá, etc. Sólo puedo agradecer hoy día al Dr. Lolas que nos haya ayudado a salir adelante mediante su tratamiento al útero y que los resultados obtenidos en tan corto tiempo sean categóricos. Estoy muy feliz y con bastante fe de que cada día que pasa son puntos a favor de desplazar esta terrible enfermedad que ha afectado a mi esposa y a toda mi familia.

Patricio Larraín, Santiago
Soy psiquiatra y deseo agradecer al Dr. Lolas por su valiosísima ayuda al tratar a mi esposa, actualmente recuperada. Su experiencia clínica y novedoso postulado, que asocia síntomas psíquicos con la patología inflamatoria crónica uterina, es sin lugar a dudas digno de un mayor estudio, que lamentablemente hasta ahora no se ha producido. El tema tiene mérito suficiente para ser considerado problema de salud pública. Por otra parte, el Dr. Lolas no sólo postula una etiología mucho más lógica y convincente del SPM, sino que también ofrece una propuesta terapéutica razonablemente eficaz, la mejor que conozco hasta ahora. He podido comprobar la dedicación que pone en sus pacientes el Dr. Lolas, tanto como su ética profesional. Destaco también la excelente calidad del equipo de profesionales con que trabaja. Puedo decir que, aunque falta mucho por investigar, en Chile hay una real esperanza terapéutica para las mujeres del mundo que sufren el SPM y todo lo que  implica.

Augusto Veas, Santiago
El Dr. Lolas ha desarrollado un estado de salud real, la mayoría de los Drs. califica al SPM como algo “normal” limitándose por lo tanto a los típicos fármacos antidepresivos y hormonas anticonceptivas. Les solicito dar la mayor relevancia y difusión posible  a esta importante investigación. Indirectamente todos los que rodean a un enfermo son necesariamente afectados.
Sugiero a las beneficiadas con este tratamiento y todas aquellas mujeres con Síndrome Premenstrual Severo (SPM) envíen esta web a sus médicos, a sus conocidos, revistas, periódicos y otros medios de prensa. No hay que desperdiciar esta oportunidad. ¿Qué paciente con SPM severo no vive crónicamente enferma, buscando momentáneo alivio con fármacos antidepresivos, ansiolíticos, analgésicos, hormonas anticonceptivas y operaciones, sin considerar los serios trastornos mentales asociados y frecuentes visitas a psiquiatras? Cuántas pacientes con SPM grave son diagnosticadas como "depresión" y viven "dopadas" con los psicofármacos?  ¿Cuántas de ellas terminan con suicidio?

¿Qué médico en nuestro país se ha dedicado toda una vida a investigar en profundidad el Síndrome Premenstrual, desarrollando tratamientos que han permitido devolver un verdadero estado de salud a las pacientes y liberándolas de seguir siendo esclavas de la polifarmacia?  La curación del SPM se demuestra con hechos concretos. El Dr. Lolas los tiene: lleva más de 40 años investigando el problema y registrando en video a las pacientes que sufren de un grave SPM, con sus múltiples trastornos y su posterior real mejoría.  Ello le ha permitido demostrar en forma indiscutible los positivos cambios psicológicos y físicos que se logran con un adecuado tratamiento al útero. ¿Qué otro médico ha desarrollado una MEJORIA REAL aún en casos graves de Síndrome Premenstrual?
¿Por qué no se difunde más esta técnica? ¿Por qué nuestros medios de prensa no mantienen una permanente información de este nuevo y beneficioso enfoque terapéutico realmente curativo? ¿Existen intereses creados en no curar el Síndrome Premenstrual y sólo mantenerlo aliviado con hormonas y fármacos, que son ampliamente publicitados? ¿Cuantos miles de millones de dólares al año consumen en fármacos sintomáticos en el mundo las pacientes afectadas por el Síndrome Premenstrual, intoxicándose y sin lograr una verdadera mejoría? Qué pasa con nuestros médicos, Isapres, organismos de salud y medios de prensa, frente a este grave problema que afecta a un alto porcentaje de las mujeres de nuestro país y del mundo? ¿Por qué no invitar al Dr. Lolas a exponer su nuevo enfoque del problema y sorprendentes resultados obtenidos?

Por medio de la presente, solicito urgentemente tomar contacto con el Dr. Lolas y colaboradores. No tengo la menor duda que tienen pruebas suficientes para que médicos de diversas especialidades colaboren en esta promisoria línea de investigación, dando prestigio a nuestro país en haberse preocupado en dar una real solución a este mundialmente poco comprendido problema de salud pública.

Antonio, Santiago
Yo quiero contar mi experiencia vivida como esposo de una mujer que sufría mucho; ella a poco andar de nuestro matrimonio comenzó a sufrir fuerte depresiones las cuales nos hizo recorrer por muchos siquiatras, gastar tiempo y dinero en soluciones de parche. Ya cansados y prácticamente hemos asumido que ésta sería una enfermedad crónica. Mi hijo pequeño sufría al ver a su mamá como muchas veces discutía con su papá y todo se tornaba un caos en su casa. Muchos fueron los sufrimientos, muchas fueron nuestras angustias, pero por esas cosas de la vida un día llegamos a la consulta del Doctor Lolas, un poco incrédulos, pues habíamos recorrido por 8 años muchos siquiatras, muchos traumatólogos y unos cuantos neurólogos. Al reunirnos con él, pensé que esta sería la última posibilidad, él nos dijo claramente cómo sería la evolución de ella y que beneficios nos traería.

Lorenzo Salazar, Santiago
Fue hace prácticamente 1 año, que nuestro matrimonio se encontraba en una severa crisis, probábamos distintas fórmulas pero siempre volvíamos a lo mismo. Solo me conformaba la idea de que el problema se debía principalmente a su sistema hormonal. Fue entonces que con sorpresa y alegría, descubrimos la página WEB del Dr. Lolas, en la cual se describían con detalles los síntomas. Luego de un año de haberse sometido al tratamiento, puedo testimoniar que efectivamente muchos de los síntomas que nos ocasionaban problemas, han desaparecido y hoy gracias a esta nueva terapia nos encontramos en un proceso de reconquista de ese amor que muchas veces fue maltratado. Sinceramente, gracias.

Ciro, Santiago
Me siento cada vez más tranquilo al leer las opiniones de personas que sufrían los mismos malestares que tiempo atrás aquejaban a mi esposa. Como marido les debo comentar que no solamente es una mejoría para Ustedes. Hoy estoy disfrutando de momentos que se habían perdido. El tratamiento lo hemos iniciado hace más de  un mes  y desde la 2º sesión vimos cambios notorios con mi señora, si antes disfrutar de un paseo por el día, postraba a mi señora prácticamente 3 ó 4 días. Después de la segunda sesión con el Dr. Lolas, participamos en 2 paseos,  Sábado y Domingo, y el Lunes o Martes siguiente comentamos con mi señora, que los síntomas anteriores no se habían presentado. Hemos visto grandes cambios al cabo de este mes y medio, como por ejemplo, no existen dolores de pechos, ha disminuido la inflamación de las articulaciones, la psoriasis que en la primera visita eran llagas con grietas hoy son solamente manchas, no hay dolores de cabeza.

Guillermo padre de Valeria. Santiago de Chile: 
A través de esta breve reseña deseo relatar acerca de la experiencia con el padecimiento de mi única hija Valeria.
Debo reconocer que me percaté muy tarde de lo que realmente le sucedía, ya que, como suele suceder, los papás somos un poco torpes respecto a los cambios que se producen en una hija, especialmente considerando el tema de la adolescencia, su periodo menstrual y todo lo que ello conlleva.
Valeria comenzó a demostrar fuertes rasgos de alteración en su comportamiento durante los días previos a la llegada de su periodo  menstrual, como indiqué anteriormente, me dí cuenta tarde de esto, a la edad de veintidós años. Paulatinamente estos comportamientos fueron creciendo en intensidad, incluso hasta el punto de llegar al desequilibrio emocional.
Como padre me cuestioné muchas veces el no ser capaz de encontrar, para ella, el remedio a lo que le sucedía. Su madre la llevó a distintos lugares, sicólogo, consultas con médicos generales, ginecólogo...y no hubo forma de, por último, calmar sus reacciones. Aparte de esto, ella se negaba a seguir consultando acerca de lo que le sucedía.
Esto comprensiblemente afecta también a la relación familiar, es decir, con mi esposa comenzaron también los cuestionamientos, y, las discusiones.
A la edad de veintitrés años, Valeria sufrió graves desequilibrios emocionales, dolores físicos muy intensos, los cuales también le afectaban días antes, y, después de su periodo. Esos días eran de tensión en la casa, había algunas discusiones, altercados y reacciones, incluso en varias ocasiones su reacción fue irse de la casa, salir y decirnos que no quería volver a vernos ni estar con nosotros.
Esto comprensiblemente me traía dolores y preocupaciones, que solo un padre puede dimensionar. Ver a tu hija en mal estado emocional, con tremendos e inaguantables dolores físicos, con un periodo largo de desequilibrios, sin tener certeza de cuando todo eso pasará o se podrá curar, no es tan simple como suena.
Los hombres generalmente no recordamos con certeza las fechas, yo no soy la excepción, lo indico por el tema de las consultas que ella visitó, solo sé con certeza absoluta, que no se logró nada respecto a controlar lo que sucedía.
Dentro de sus reacciones estaba la falta de apetito, el desgano permanente, desanimo, cambios bruscos de comportamiento, cierto grado de agresividad, primero al responder y luego al actuar, por momentos el descontrol llegaba a que mi hija salía y decía que no quería estar en casa, quería irse lejos, no hablar con nadie, se molestaba por todo, si le consultaba, si la invitaba, si le pedía que comiera, etc., etc.Al día siguiente de la última crisis, me puse a buscar en Internet acerca del Síndrome PRE Menstrual, recordé que en alguna oportunidad vi en televisión (canal Megavisión) a un doctor hablar acerca del tema y de sus síntomas, además que él presentaba una solución a esto. Busqué y encontré la dirección de la consulta del doctor Jorge Lolas. Leí completa su biografía.
Recuerdo que un día domingo en la mañana estaba sentado en la mesa con mi hija y le conté acerca de lo que había encontrado, le pregunté si quería ir a ver a este doctor, ella me dijo que si, pero que yo viera la hora y todo lo demás...aquí fue donde mi esposa (como toda buena madre), se encargó de todo, pidió una hora, y nos atendieron a los pocos días.
Lo primero que llamó poderosamente mi atención, fue que en la consulta estuvimos considerados todos (papá, mamá e hija). Luego el gran conocimiento del tema que tenía el doctor al escucharlo, y, las experiencias de otras mujeres que habían vivido lo mismo que mi hija. Nos vimos reflejados en lo que vivieron esas personas antes de llegar a la consulta del doctor Jorge Lolas. En esos momentos, al escuchar los padecimientos que mi hija vivía, relatados por ella misma, causó en mí un gran sentido de culpabilidad, más que nada  por mi gran ignorancia respecto al tema.
Ese día incluso, el doctor le realizó exámenes, pude ver una imagen de su útero, completamente inflamado, y, enrojecido, es algo difícil de olvidar, cada vez que miro a mi hija, me dan deseos de abrazarla y pedirle perdón por no entender lo que le sucedía. Cabe mencionar que ella misma fue quien solicito que yo viera la imagen.
Comenzamos con el tratamiento, que según mi limitado entendimiento, consistía en colocar unas inyecciones y luego de ello se realizaría una criocirugía. Debo señalar que desde la primera inyección, mi hija comenzó a demostrar cambios, tanto físicos, como también emocionales. A medida que ella recibía las inyecciones, nos contaba que se sentía cada vez mejor, esta de mas decir, que todo lo que nos narraba, nosotros como padres nos dábamos cuenta claramente.
Se completó el periodo de las inyecciones y se procedió con la criocirugía. Vino el periodo de reposo, y, hasta este momento el tratamiento ha sido un éxito.
Debo decir que Valeria ha pasado por problemas, dificultades y complicaciones personales en su diario vivir, como toda jovencita, pero que si todo esto lo hubiera vivido antes del tratamiento, lo más probable es que hubiera reaccionado de otra forma, considerando lo progresivo de cada una de sus reacciones, no me atrevo a pensar que hubiera pasado con ella. Sin embargo hoy, Valeria se toma cada situación con normalidad, obviamente disfruta de lo hermoso de la vida, y cuando le toca vivir el lado amargo, es capaz de soportarlo, se preocupa, sufre, piensa, pero no presenta las reacciones ni los comportamientos que la dominaban hasta antes del tratamiento. Sin duda mi hija ha crecido como mujer y como persona, ha  aprendido a conocer su cuerpo.
Importantísimo también, es mencionar que Valeria se ha visto rodeada de mucho cariño de parte de la Señora Nidia (quien trabaja con el doctor), ella ha estado constantemente apoyándola, conversando, escribiendo y preguntándole acerca de su estado de salud, le ha demostrado una preocupación real.

Como padre de Valeria, y, en nombre también de mi esposa, quiero agradecer por todo lo que ha significado la mejoría de Valeria.
Doctor Jorge Lolas...MUCHAS GRACIAS...QUE DIOS EN SU INMENSO AMOR LO BENDIGA Y LE GUARDE...Y LE REGALE MUCHOS AÑOS MAS DE VIDA.


Jorge. 38 años de edad (ciudad de Los Ángeles, Chile).

Estoy casado hace 19 años con Susana (ver su testimonio en la pestaña de testimonios) quien a padecido Síndrome Disfórico Premenstrual por mas de 20 años.

Cuando conocí a mi esposita me llamó la atención inmensamente su dulzura y docilidad de carácter que la gran mayoría del tiempo demostraba, sin embargo, desde ese entonces sufría cambios emocionales muy notorios, como por ejemplo, mucha melancolía y episodios de angustia así como repentinas y leves muestras de irritabilidad, bueno, así serán las mujeres pensé para mis adentros, sin embargo, al pasar el tiempo comenzaron a hacerse mas fuertes y muchas veces incontrolables ciertos trastornos.


Luego nos casamos y comencé a darme cuenta de la gran mayoría de ocasiones en las que sufría de fuertes dolores antes y durante la regla, así como largos episodios de regla ausente. Debido a que no deseábamos tener hijos por el momento, mi esposa utilizaba métodos anticonceptivos, los que solo pudo seguir utilizando por un año ya que muchas de las molestias que siempre había sentido se empezaron a intensificar como por ejemplo, fuertes dolores mamarios, sangramiento vaginal, inflamación y cambios mas fuertes y bruscos de carácter. Dejó de tomar anticonceptivos y algunos síntomas disminuyeron, sin embargo, los cambios de humor y de emociones se fueron haciendo cada vez mas potentes, ya no eran solo los días antes de la regla y durante sino en ocasiones todo un mes. Para mí era desesperante no poder ayudarla, ya que veía en la desesperación en la que se sumía, y también para mí era a veces difícil entenderla y soportar el trato duro que muchas veces me daba. Cuando se calmaba volvía a ser la dulce y dócil persona que había conocido. Varias veces ella recurrió a psicólogos porque como ella decía, a veces parecía que otra persona vivía dentro de ella, pero muchas veces volvía desilusionada ya que solo le decían: es depresión… pero ella sabía y sentía que no era así. Muchas de las ocasiones en que tenía cambios de emoción eran verdaderamente desesperantes, no podíamos tratar ningún asunto sin que para ella todo fuera extremadamente grande y difícil de llevar, se sumía en llantos desesperantes y miedos paralizantes y a veces gritos y peleas que de a poco se tornaban violentas, ya que arrojaba cosas o rompía lo que estaba al alcance de la mano en su desesperación, nunca llegó a los golpes o pienso sinceramente que se refrenaba y por eso su impotencia, ya que debido a las altas normas morales y cristianas que nos esforzamos por vivir, ella sabía que no sería apropiado llevar a cabo. No obstante, yo la veía y sentía su dolor y frustración, su deseo de estar bien y sentirse bien, había episodios de tanta violencia y frustración que luego de desahogarse como yo le decía se desvanecía, era como si su cerebro u organismo trataba de desconectarse de tanta presión.


Verdaderamente sentía una gran impotencia no poder ayudarla y quitarle ese sufrimiento. Había ocasiones en las que la veía llorar y llorar y solo la abrazaba y ella susurraba que quería morir y acabar con todo y yo no sabía como ayudarla. Somos muy creyentes, y eso fue y ha sido lo que nos ha permitido capear esta situación que en verdad muchas veces se torno muy desesperante.


Bueno, ahora puedo decir que verdaderamente ocurrió un milagro, de esos que rara vez se ven pero que nosotros atribuimos a nuestro Creador; conocimos al Doctor Jorge Lolas, un Especialista y Eminencia en Síndrome Premenstrual y cuando lo visitamos y ella y yo pudimos expresar todo lo vivido, comprobamos que todo esto tenía una causa y era el UTERO ENFERMO, como no saberlo antes y habernos ahorrado tanto sufrimiento, pero lo cierto es que no hubo interés sincero y disposición de los anteriores médicos a siquiera investigar un poco mas. Sólo pastillas para esto o lo otro.


Al vivir con una esposa con Síndrome Premenstrual puedo asegurar que los síntomas psicológicos, mentales y emocionales son lo más difícil de sobrellevar tanto para quien lo padece, como para su entorno familiar más cercano.


Todo ha cambiado desde que comenzamos el tratamiento en febrero del año pasado. Desde la primera inyección hubo un cambio notorio, especialmente en sus emociones. Más alegre, con más animo con ganas de hacer cosas y compartir con los demás, ya que literalmente se había apagado. Fue un volver a encender todas sus hermosas y atrayentes cualidades y volvía a ser la dulce y dócil mujer de la que me enamoré. Luego al pasar los meses y después de la criocirugía continuaron las mejoras. Como se iba sintiendo cada día mejor ya se ponía inquieta, deseosa de hacer mas, pero como el Doctor bien le

dijo, debes esperar y dejar que tu organismo se recupere después de tantos años.


Ahora, como esposo lo reafirmo, ha vuelto a tener ganas de vivir, disfruta de las cosas pequeñas y grandes, analiza las cosas en forma mas pasiva, le gusta encontrar las soluciones a las cosas, tiene más energía y rinde más en sus quehaceres y ahora tiene muchas metas por cumplir. Realmente ha vuelto a nacer.


Debo decir que después de tantos años de pacientemente soportar todo esto, ahora yo estoy un poco agotado pero al verla tan bien, realmente pienso que estamos frente a una nueva opción de vida y sinceramente agradezco al Doctor Jorge Lolas T. haber descubierto el control para esta patología muy poco conocida y espero que el mundo de la medicina algún día tome enserio esto ya que sin dudas afecta la calidad de vida de muchas mujeres y familias.